La mayor parte de los niños tienen miedo al dentista, sin embargo esta fobia no es siempre por una experiencia traumática vivida anteriormente sino que suele ser por un miedo a lo desconocido. Para que este temor cada vez sea menor, es necesario poner en marcha una serie de consejos, como por ejemplo elegir un buen dentista que sepa tratar bien con niños. Si aún no sabes cuál, encuentra los mejores dentistas de Madrid en Doctuo.es, un directorio online especializado en la salud.
¿Cómo manejar el miedo de los niños al dentista?
Siempre es importante que la relación entre el dentista y el niño sea lo más natural posible y, además, que la visita a éste se convierta en una rutina. A partir de la aparición del primer diente, es necesario que el niño acuda al dentista cada seis meses y, de esta forma, a la vez que se mantiene la salud bucal, el niño se familiariza con la situación y con el odontólogo.
Además, los padres son los primeros que deben cumplir con esta rutina. Si ellos son los que acuden cada seis meses al dentista y los niños ven que no les pasa nada cuando les tocan los dientes, ellos se acostumbrarán y verán que la situación es muy normal y lo aceptarán con más facilidad.
Es aconsejable que la clínica que se escoja desde el principio sea una especializada en niños. Las clínicas que cuentan con espacios e instrumentos infantiles, como juegos y pantallas con vídeos o música para entretenerles mientras esperan a su turno hacen que el niño se relaje y no se obsesione o agrande su fobia. Además, a la hora de los tratamientos bucales, es ideal la sustitución de numerosos aparatos, que por su sonido o forma pueden incomodar y asustar a los niños, por otros más simples y menos aparatosos. Por ejemplo, sustituir el bisturí por el láser.
Más recomendaciones para evitar el miedo de los niños al dentista
Otra recomendación es que los padres no intenten tranquilizar al niño con frases como “no te preocupes que no te van a hacer daño” o “parece que duele, pero no es así” ni tampoco convencerles de que el sitio al que van a ir es para jugar, cuando la realidad es que además de jugar van a tener que someterse a una prueba bucal con un señor desconocido.
Por último, para compensar al niño por su buen comportamiento durante la revisión en el dentista y calmarle por el posible miedo causado, es aconsejable premiar con una golosina, un sobre de cromos o cualquier otro juguete que le haga ilusión y le convenza de que es muy valiente.
El miedo de los niños a visitar un dentista es muy común, pero por ello no debemos dejarnos llevar y quitarle todo tipo de importancia. Se puede evitar que el niño aumente su fobia o la haga desaparecer con ayuda de los padres. Sin embargo, si el temor al dentista sigue estando presente aún con la puesta en marcha de los consejos descritos, existen clínicas que tratan estos miedos y fobias, ya que cuentan con personas especializadas en el ámbito e instrumentos para realizar la sedación.
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Algo que consideramos importante a la hora de ayudar a l@s más pequeñ@s a que no tengan miedo a la hora de ir al dentista, es hacerles ver desde casa que los profesionales estamos para ayudarles, y que hoy en día, con los avances que tenemos a nuestro alcance, la visita al dentista se vuelve algo que, sin llegar a decir que es un placer, sí que es cierto que “no es para tanto”, ¿verdad?
Enhorabuena por el artículo.
Muchas veces los niños tienen miedo por desconocimiento, y lo mejor es explicarles y hablar con ellos para entender que es lo mejor y por qué es necesario (aunque cueste). Y por supuesto, si los padres y hermanos lo hacen habitualmente, el niño lo entenderá como algo normal.